jueves, 31 de octubre de 2013

Entrevista a Carlo Maglione; el último librero de Maracaibo

Entrevista a Carlo Maglione, propietario del Emporio del Libro
Realizada por Ricardo Camejo Ramos
Maracaibo, Lunes 28/10/2013

Carlo Maglione; el último librero


Sus inicios como librero fueron en la antigua Plaza Baralt en el año 1980, en ese entonces estaban convirtiendo el mercado viejo en lo que en la actualidad es el emblemático Centro de Arte de Maracaibo “Lía Bermúdez” (CAMLB).

De origen colombiano, Maglione arribó a la tierra del pabellón en el año 1972, ancló en Caracas por unos años pero las multitudes, el tráfico y el caos le agobiaron rápidamente, por lo que poco después sentó sus bases en Maracaibo.

“Habían unos peruanos que tenían una mezzanina que daba  a la panadería, en toda la Plaza Baralt, debajo de ahí yo coloqué una mesa de madera con candado y una cadena (…) llegaba con una maleta de libros  todas las mañanas y los recogía en las tarde, es decir que  me inicié como buhonero”, afirma Maglione mientras su memoria se traslada a esa época donde apenas contaba con veinte años de edad.

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miércoles, 23 de octubre de 2013

“La ciudalrevés” de Humberto Chacín Fuenmayor; no es un libro, es un espejo



El escritor marabino ofrece un enfoque humorístico, lingüístico y folklórico de las exageraciones, las ironías y contradicciones que conforman el día a día de la ciudad y su gente, a través de cuentos y relatos cortos en los que el autor explica sus criterios sobre la idiosincrasia del zuliano en general y el maracucho en particular.

El objetivo de su trabajo es resaltar la manera tan única, diferente, vehemente, despreocupada e irónica con la que el nativo de esta tierra afronta su vida cotidiana.

“Primo: ¿vos sois el último de la cola? A lo que el otro contesta: No, yo soy el primero, lo que pasa es que todos estamos mirando pa’ atrás”.
Chacín Fuenmayor relaciona el origen “parapetúo” de la mentalidad del zuliano con los conquistadores españoles que por allá por mil cuatrocientos noventa y pico recalaron en la tierra de las mandocas, los mamones y los huevos chimbos, o sea en Maracaibo.

Llama la atención del autor el hecho que hicieron falta cuatro incursiones sucesivas para “fundar” la ciudad, desde Alonso de Ojeda quien salió disparado como “tapa ‘e corcho” más por la valentía de los nativos que por las armas de éstos, pasando por Ambrosio Alfinger y  Alonso Pacheco, hasta Pedro Maldonado que montó el último parapeto que llamaron ciudad y que “no eran más que villorrios encaramados en las ruinas precedentes”.

“No nos debe extrañar, entonces, que seamos emparapetadores, irónicos, contradictorios, inventores y ambiguos, a la vez que persistentes y creativos, mezcla de nuestros abuelitos naturales y los padres hispanos putativos”, explica el autor.

Como el propio término “maracucho”, de naturaleza despectiva como feúcho, medicucho, flacucho, que el propio ciudadano justifica: “No importa, a mí me gusta que me digan así”.

El autor

Humberto Chacín Fuenmayor ha dedicado diversos libros a las expresiones propias del marabino, su léxico, sus expresiones folklóricas y su vida. Entre las obras destacan: “Maracaibo al pie de la letra”, la que reúne ensayos humorísticos, lingüísticos, folklóricos y ortográficos; “Las 400 formas de no equivocarse”, planteamiento de correcciones ortográficas y estilísticas acorde a las necesidades periodísticas; “De voz en vos, Diccionario maracucho de buenas, regulares y malas palabras”, que recoge la expresividad plena del marabino.

“Donde pongo el ojo pongo el apodo” es otra de sus obras sobre el humor, folclor y lenguaje regional; “Coleo en la bahía” sobre la música regional; “Los nombres maracuchos”, se presenta como un análisis humorístico-documental de los nombres propios zulianos como: Filiberto, Perencio o Cesario José.

Su colección bibliográfica contempla literaturas cortas y frescas sobre diversos tópicos regionales que van desde la causa más profunda y lejana hasta su consecuencia superficial o actual.

Ricardo Camejo Ramos